Aire nació y atravesó senderos rocosos desde su inicio. Sufrió cambios necesarios y complejos, pero logro formarse y por consecuente, descender y aterrizar sano y salvo.
Partido conceptual grupal y presentación familia de objetos voladores:
Presentación de objeto individual:
El proceso de mi objeto volador fue largo y frustrante. Debido a que, en un principio, no comprendía la consigna en su totalidad. Una vez que entendí de qué se trataba, mi mente asocio automáticamente el concepto de crear un objeto volador que pudiera cargar una pelota de Ping Pong, con un globo aerostático. Entonces me inspire en ello para comenzar a diseñar un objeto que se ajustara a la consigna y al partido conceptual que habíamos fijado como grupo (que en ese entonces no tenia nombre).
Primer intento:
En un principio, estaba muy contenta con lo que había creado, sentí que cumplía con el partido conceptual y le hacia justicia a la consigna. Pero cuando lo arroje desde una superficie alta, el objeto no solo no voló, sino que, no planeo, entonces comprendí que debía empezar de nuevo.
Segundo intento:
En mi frustración y desesperación, sentí que este segundo intento era lo correcto. Pensé que la bolsa era un error y que podía crear algo mejor si involucraba mas materiales, que se vería más complejo y más trabajado. Por supuesto, me equivoque. Este objeto fue peor que el anterior, se desarmaba y no podía mantenerse en ninguna posición, simplemente se caía. Nuevamente, entendí que no estaba en dónde quería estar, que este objeto no me representaba a mí y tampoco al grupo. Todos estos pensamientos nublaron mi juicio, me confundieron y provocaron que me frustrase. Pero no iba a dejar que un par de tropiezos me detuvieran.
Tercer intento:
Retome mi idea principal, la que senti me acercaba mas a mi grupo y a la consigna. Volví a ilusionarme, pensé: "la tercera es la vencida". Me repetí a mí misma: "esta es, esta es, esta es". Cuando decidí probar si este conjunto de materiales por fin se convertiría en el objeto volador que tanto anhelaba, este cayo. Solo lo hizo, y produjo un sonido similar a cuando algo se estrella contra el suelo. Me decepcione, pero no me rendí.
Cuarto intento:
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWAnK_KWD-k7HugA-BhaXQYPw-Z5P3ElRyBO8kEL7nC2O5Iwz7BO6bL3z82Ul_uztzRG4FATMTdFcKEKBxq8f_E5SYSgwn_fe_5YnQm4oAR3sQQ39QrOjcrHfqisnfqPCkLJy703DEHlc/s320/IMG_6474.heic)
Mis compañeras de equipo recomendaron que a mi objeto anterior le faltaba un pequeño pero importante factor. La entrada de Aire a la bolsa. Decidí entonces, hacerle agujeros al plato, cortar el vaso para que se pudiera ver su contenido (la adorada pelota de Ping Pong) y finalmente, agregue un plato en la parte superior para que la bolsa permanecieran abierta. Cuando probamos lanzar nuestro amiguito volador, el peso del plato superior aplastó todos los materiales de que se encontraban en la base. Por ende, el efecto que producía al caer no me gustaba.
Intento cinco:
Después de que los platos no funcionaran, decidí eliminarlos. Entonces me quede con la bolsa, el vaso y la pelotita. Cuando arroje este objeto, mi felicidad fue infinita. Todas mis preocupaciones y frustraciones desaparecieron. Todo el proceso valió la pena. Ahora solo quedaba agregarle la esencia del grupo. Los detalles finales que completaban a mi objeto volador
Objeto final:
IKEBANA es la expresión de aquello que no puede ser dicho en palabras.
Instrucciones de uso y pack de entrega individual:
Reflexion Personal:
Trabajar con Aire fue una experiencia hermosa. La repetiría una y mil veces más. Un grupo capaz y dinámico. Nos complementábamos a la perfección. Cada aporte superaba al otro. Un ambiente de escucha y compañerismo increíble. Agradecida de Mery, Juani y Regi, siempre, por haber estado a mi lado.
En cuanto al proyecto, un desafío interesante y diferente a todo lo que venía trabajando en las otras materias. Despertó en mí conocimientos y habilidades. Estoy muy orgullosa de mi objeto y de todo su proceso. Todas las emociones que sentí y experimente durante el desarrollo de mi objeto volador valieron totalmente la pena. Fue un proceso realmente único. Me asombra la capacidad que tenemos como seres humanos de crear y experimentar. Cómo mencione anteriormente, un proyecto que en un principio no entendí en su totalidad. De a poco, me familiarice y lo abracé. Hoy, feliz con el resultado, no solo de mi objeto, sino con el de todos. Fue una experiencia distinta y sinuosa para cada uno de nosotros. Pero creo que no podríamos haberlo logrado mejor.
Disfrute mucho de Ikebana, de cómo se transformo y en lo que se convirtió. Ahora, estoy ansiosa por ver para dónde vamos, cómo seguimos y lo que el futuro tiene escondido para nosotrxs. Lista para sorprenderme y para encarar un nuevo desafío.
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